Tucumán figura entre las provincias con mayor carga fiscal por el impuesto a los Ingresos Brutos, especialmente en el sector de servicios financieros, donde aplica una alícuota del 9%, según un informe de julio de 2025 de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA). Este tributo, que grava la facturación de actividades económicas, coloca a la provincia junto a Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, y otras con alta presión impositiva, impactando directamente en las operaciones de billeteras digitales como Mercado Pago. La controversia, intensificada por las críticas del presidente Javier Milei, quien calificó a los gobernadores como “degenerados fiscales”, pone el foco en la necesidad de reformar este impuesto distorsivo.
El debate cobró relevancia tras el anuncio de Mercado Libre de que discriminará el impacto de Ingresos Brutos según la alícuota de cada provincia. Desde el 8 de julio, la plataforma ajustó sus comisiones, que ahora varían entre el 11,8% y el 17,4% por transacción, reflejando las diferencias provinciales. La empresa argumenta que esta medida evita que usuarios de provincias con menor carga fiscal, como Santiago del Estero (3%), “subsidien” a los de distritos con alícuotas más altas, como Tucumán. “Es un pasamano. Deben retener y depositar en Rentas de cada provincia. El problema está en que si se demoran, hay intereses, multas y la responsabilidad solidaria. Puede haber hasta una denuncia penal porque se maneja dinero de un tercero”, explica Nicolás Boglione, especialista en derecho tributario, sobre el rol de Mercado Libre como agente de retención, de acuerdo a lo informado por Chequeado.
Ingresos Brutos es un pilar clave para las provincias, representando el 82% de la recaudación propia en 2024, según la Fundación Encuentro. En Tucumán este impuesto es fundamental, ya que no se coparticipa como el IVA o el Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, su estructura genera críticas por su “efecto cascada”. Boglione detalla: “El principal problema de Ingresos Brutos, entre tantos que tiene, es el efecto cascada: le cobran al que fabrica, después al que compra para distribuir, después al que vende, y todo se va sumando. No es el 4%: es el cuatro, más el cuatro, más el nueve. Lo ideal sería que fuera trasladable, como el IVA. Que se pueda descargar en la etapa siguiente, pero no pasa, y por eso se termina pagando varias veces en la cadena.”
La aplicación de Ingresos Brutos a billeteras digitales refleja la adaptación de los fiscos provinciales a la digitalización financiera. “Los fiscos provinciales empezaron a perder recaudación de los bancos porque gran parte de la plata de la gente ahora está en billeteras, en Mercado Pago y en otras apps. Hasta los mismos bancos crearon billeteras para pagar menos Ingresos Brutos”, señala Boglione. En Tucumán, los servicios financieros, incluyendo los de plataformas como Mercado Pago, enfrentan una alícuota del 9%, agravada por la inclusión de títulos públicos en la base imponible (no así de créditos hipotecarios, en el caso de nuestra provincia), lo que eleva aún más la presión fiscal.
La controversia escaló cuando Mercado Libre cuestionó las subas de Ingresos Brutos, recibiendo una respuesta contundente del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro: “No vamos a aceptar operaciones en negro”. Esta declaración subraya la tensión entre las provincias, que defienden el impuesto como vital para sus finanzas, y las empresas tecnológicas, que lo ven como un obstáculo para la competitividad. En este contexto, provincias como Corrientes (4,7%) y Formosa (5,5%) aplican alícuotas más bajas, mientras que San Luis y Santa Cruz utilizan el método del “spread”, gravando solo la diferencia entre ingresos y egresos financieros, lo que reduce la carga efectiva.
El impacto de Ingresos Brutos no se limita a las grandes plataformas. La complejidad del tributo, con regímenes de retención, percepción y padrones de riesgo fiscal, genera sobrecostos administrativos, especialmente para pymes. Frente a esto, expertos proponen reemplazar Ingresos Brutos por un “súper-IVA”, un impuesto más neutro que absorbería este tributo y las tasas municipales, con recaudación coparticipada. Osvaldo Giordano, presidente del IERAL, sostiene: “Es imprescindible ganar competitividad y para ello hay que eliminar Ingresos Brutos.” Añade que “no alcanza con reducir alícuotas, es necesario reemplazarlo por un impuesto menos primitivo. El súper-IVA cumple con ese objetivo que en el actual contexto macroeconómico es estratégico,” aunque reconoce que su implementación “es difícil, pero no imposible."